jueves, 19 de enero de 2023

Tchaikovsky y el café

 


Una carrera arranca y la pregunta surge ... ¿Cómo estará el palacio ruso imperial?

 

 Se encuentra entre la avenida Dvortsóvaya Náberezhnaya que bordea el río Nevá y la Plaza del Palacio, cerca del sitio en el cual se encontraba ubicado el Palacio de Invierno primigenio de Pedro El Grande; el Palacio de Invierno actual es el cuarto que se construyó y que sufrió continuas remodelaciones entre fines de 1750 y 1837, cuando fue seriamente dañado por un incendio siendo reconstruido de forma inmediata .

 

 ¿Y a quién podría importarle esto?

 

Después de todo en estas latitudes tan lejanas y no hablo de distancias sino la imposibilidad de viajar ni siquiera 300 kilómetros, ya que la economía está tan ultrajada que se podría afirmar que es difícil salir de la ciudad sin pensar en lo que se va a gastar de dinero en un sanguche y una coca cola, ni hablar de pagar un hotel cero estrellas en las sierras. Seguramente dejarías dos semanas de trabajo. Los bolsillos vacíos y el frío siberiano

 

Que atraviesa en el pecho en forma de angustia, hoy no comeré frutas, están muy caras. Mejor arroz, pero el queso está muy caro, y así una y otra vez.

 

El vals de los cisnes me da una idea remota de lo que hay que hacer

 

un ritmo lento y pensante que hace el cuerpo estirar

 

Así suenan las vértebras que están ya cansadas de tantos tirones con el destino.

 

Ya quisiéramos estar entre las 1500 habitaciones del palacio ruso, entre sus monumentos y lujos y misterios que dejo la tiranía, probablemente para incendiarlo otra vez al grito de: esta hoguera será la más grande que jamás el mundo vio, traer los malvaviscos y tostarlos.

 

Hoy el capitalismo invita.

 

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