jueves, 19 de enero de 2023

Capricho árabe.

 


En un viaje que nunca hice y así mismo estuve 3 veces y quizás más de mil años, Mada’in Saleh en el norte de Hiyaz en Hegra ya 4000 años atrás donde todavía no se conocía a cristo.

 

Recorro los caminos áridos con mi camello y una especie de espada llamada zulfiqar con punta bífida la cual Mahoma mismo empuñaría luego de mi victoria ante los invasores de mi tierra.

 

Llegaron antes de la salida del sol, con las primeras luces de la mañana, el cielo celeste grisáceo el rocío helado y los primeros ruidos de los animales que al alba marcan su presencia.

 

Mi hermano menor Bahir fue el primero en observar a la lejanía este grupo de bandidos los cuales con sus manos amputadas delataban su oficio, este grupo de extraños seres con sus pómulos hundidos y su piel resquebrajada mostraban sus intenciones, pregunta quien parecía fuese el jefe del grupo, buscamos a Rudulf.

 

Nada mal ni nada bien esta tu pregunta pronuncio, miro a mi hermano y desenfundo, aprendí el ululeo a temprana edad, amenazante y desconcertador sin ni siquiera dar oportunidad rebautizo el filo de mi zulfiqar , mientras se apagan las almas vacías de quienes vinieron por mí.

 

Con el último suspiro uno de ellos confiesa que vinieron a despojarnos de nuestras tierras, que ya el tiempo moderno no permitirá el libre albedrío, las leyes impactaran sobre vosotros pronuncio con el último aliento.

 

El tiempo ya solo dejo el recuerdo de aquel evento y ahora traslado mercancías de un lugar a otro

 

 y en mis tiempos libres hago pinturas para pasar el tiempo en el monte de Athlab

 

no conocí ni a supervisores ni a funcionarios y no entregue tributo a ningún rey

 

Una guerra luché y perdí, otras las gané y fui enviado a Samaria por mi hermano, debía trasladar sal. Ahí conocí a Saúl, futuro rey, le conté que nací al norte de Hiyaz ,no sé si viví allí por 60 años o 1800 remarque mi percepción temporal es distinta a ti, el sonriente me pregunta a qué me dedicaba y se me ocurrió contarle de mi pasión de niño por domar caballos.

 

Saúl me propuso ser parte de la caballeriza de su ejército y que pronto dominaría todas las tierras que cualquiera pudiera soñar. Le expliqué mi desacuerdo con el poder y que probablemente estaríamos enfrentados si su sueño se realizase. Con el tiempo nos convertimos en mejores amigos

 

Una especie de hermandad, ya que él me confiesa que no pensaba que podría llegar a ser rey él pertenecía a la tribu de Benjamin, la más pequeña de Israel. Se veía a sí mismo como alguien débil, pero estaría por cometer el peor de sus errores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario